jueves, julio 12, 2007

Carta a mi abuelo.

Estos días tristes, en los que tu vuelta ya no es posible, donde la distancia es insalvable y el halito del susurro parece un eco tan distante... cierro los ojos y no dejan de venir a mi recuerdos de la infancia junto a ti.
Recuerdo aquellos intensos días soleados de la Mancha , subidos a tu tractor y abriéndonos paso entre los campos de avena , cebada y de trigo, donde saciabas mis ansias de saber todo lo que rodeaba ese mundo rural que para ti era vano y cotidado.
Recuerdo aquella risa burlona, dada vez que te sorprendía con alguno de mis infantiles comentarios y con esa paciencia que siempre te caracterizo me corregías con una sonrisa y cuando no, dejabas que me fuese cargando con mi error, ya que decías que de las certezas que luego no lo son tanto también se aprende en la vida.

En nuestro último adiós, he sentido como la tristeza oprimía mi pecho, como la rabia fluía sin cesar dentro de mi, y me abrasaba en mi soledad como luz que nos perseguía correteando entre la Vid.... y la incomprensión.

Se que tu, nunca aprobarías que me sintiese así, y si algo aprendí de ti, es a valorar las cosas pequeñas de la vida y ante todo pelear por lo que uno cree que es junto.

Es por ello, que miro hacia el frente portándote por siempre en mi recuerdo y permite que mire por una vez más hacia tu recuerdo para decirte un hasta nunca abuelo, hasta siempre abuelo

gcm


JOSE MOYA CASTELLANOS

10/07/07

1 comentario:

Unknown dijo...

Salud, fuerza y honor compañero... en los momentos duros es cuando más hay que aguantar... sabes que nos tienes para lo que necesites...